Los Inmortales

¡Saludos, gente! España ha entrado en la leyenda del futbol. Donde Uruguay, Italia, Alemania, Inglaterra, Checoslovaquia, la antigua Unión Soviética, Francia, Holanda, Dinamarca, Grecia e incluso Brasil habían fracasado, la Roja ha triunfado. Desde hoy, la selección española es la única que ha enganchado tres grandes títulos de forma consecutiva. En este caso, Eurocopa-Mundial-Eurocopa. Y lo curioso es hace cuatro años, que llegáramos a esto sonaba directamente a fantasía.

Las vitrinas de la Federación Española de Futbol llevaban 44 años cogiendo polvo. Nuestro único titulo internacional era una Eurocopa obtenida en 1964. Y nuestra última comparecencia en una final se remontaba a Francia 1984, donde perdimos debido al grave error de Arconada ante la Francia de Platini. Tras eso, comenzó el más absoluto desierto, en el que nuestro techo fue los cuartos de final. Pero algo parecía indicar que la marea podía cambiarse. Y efectivamente, así fue. La fase de grupos de la Euro 2008, celebrada en Austria y Suiza, fue un autentico paseo en el que arrasamos a Rusia, sufrimos ante Suecia y remontamos ante Grecia, vigente campeón.

Llegados a cuartos, nos tocaba la campeona del mundo, Italia. Era la ronda maldita, pero la justicia poética quiso que, en la terrorífica tanda de penaltis, un Iker Casillas soberbio parara dos penaltis, lo que unido a los cuatro lanzamientos acertados por España, hacia que nos plantáramos en las semifinales de un certamen internacional por primera vez desde 1984.

En la penúltima ronda nos esperaba el que había sido nuestro primer rival en el torneo, Rusia, que había dado la sorpresa y había fulminado a una de las favoritas, Holanda. Pero la Roja no dio opción a la sorpresa y con tres goles en la segunda parte sentencio a Rusia y se planto en la finalísima del Ernst Happel. En el último partido nos enfrentaríamos a la gran favorita antes de que comenzara el torneo: La todopoderosa Mannschaft alemana, que llegaba a su primera final de la Eurocopa en 12 años. En el caso de la Roja, había pasado el doble de tiempo.

En el Ernst Happel, hubo un duelo de tu a tu entre los alemanes y la Roja, pero en el minuto 31, el Niño Torres metió el único gol del partido, dándole a España su primer titulo en 24 años. El balance, mejor imposible: 5 victorias, 1 empate, 12 goles a favor y solo 3 en contra.

Dos años después, viajábamos casi al confín del mundo para participar en el Mundial. Nuestro siguiente gran torneo era en Sudáfrica. La cosa comenzaba con mal pie ante Suiza, pero la Roja se recompuso y solvento con facilidad sus choques contra Honduras y Chile y se planto en octavos ante Portugal, a la que derroto por 1-0. Y con idéntico resultado vencimos a Paraguay en la ronda maldita para plantarnos en la primera semifinal de un Mundial. Vale, habíamos sido cuartos 60 años antes en Brasil, pero en aquella ocasión, había sido una fase final en la que Uruguay se alzó con el trofeo de forma inesperada en el histórico Maracanazo.

En semifinales nos volvimos a cruzar con Alemania y nuevamente se repitió la historia. Un soberbio cabezazo de Carles Puyol nos metía en nuestra primera final de un Mundial. El ultimo obstáculo para la gloria era Holanda, que había eliminado a Eslovaquia, Brasil y Uruguay en su camino a la tercera final de su historia, 32 años después de la ultima. En el Soccer City de Johannesburgo se coronaria al octavo campeón del mundo, ya que ambas selecciones llegaban con el palmares en blanco.

Pero en la final, se hizo patente desde el inicio que Holanda, en vez de a su equipo de futbol, había mandado al Soccer City al combinado nacional de taekwondo. Con la excepción del portero, prácticamente todos los que iban de naranja se dedicaron a repartir cera, siendo de mención la patada que le atizo De Jong a Xabi Alonso, una patada que habría hecho vomitar de rabia al mismísimo Chuck Norris. Y todo eso fue posible por la complicidad de Howard Webb, que hizo poco, por no decir nada, para impedir el juego subterráneo. La Oranje lo fiaba todo a impedir el juego de toque de España y a ver si se les aparecía la virgen en una contra, pero finalmente, el dios de la justicia del futbol se puso de lado de España y un loco bajito llamado Andres Iniesta metió en el minuto 116 para poner sobre el escudo de la Roja la primera estrella de campeones del mundo, por tanto, la Eurocopa de 2012, en Polonia y Ucrania, era una cita con la historia.

Obtener la triple corona era algo que algunos países habían rozado. Alemania estuvo a punto en los 70 cuando conquistaron la Eurocopa en 1972 y el Mundial de 1974, pero en 1976, Checoslovaquia y la genialidad/locura de un tal Antonin Panenka se lo impidió. Francia pudo haber enganchado Mundial-Eurocopa-Mundial tras sus triunfos en 1998 y 2000, pero su espantoso Mundial en 2002 le impidió conseguir la triple corona.

El primer partido de la Eurocopa fue el mas complicado, ya que nos enfrento a Italia. Ahí recibimos el primer y único gol que encajamos en todo el torneo. Tras ese empate a 1 con Italia, no perdonamos a Irlanda, a la que enganchamos un 4-0, y otra vez toco sufrir ante Croacia, pero Jesús Navas metió el gol que nos hacia pasar a cuartos como primeros de grupo. En cuartos de final nos tocaría, de forma inesperada, Francia, a la que nunca habíamos derrotado en partido oficial.

Pero las estadísticas estaban para romperlas y en el Donbass Arena de Donestk, les bleus fueron literalmente un pelele en manos de Xabi Alonso, que con dos goles, echo a los franceses del torneo. En semifinales, el rival seria la Portugal de Cristiano Ronaldo. Fue de lejos, el partido en el que mas se sufrió, pero en la tanda de penaltis, sellamos el pase a la final. El ultimo obstáculo para llegar a la eternidad era el primero del torneo: Italia, que se había cargado a Inglaterra y Alemania, por lo que en Kiev se esperaba un partido duro.

Todo apuntaba a eso, pero finalmente, resulto ser un partido relativamente fácil. La Roja domino como quiso a la azurra, que solo resistió 60 minutos, hasta que Thiago Motta se lesiono, cuando a Italia ya no le quedaba ningún cambio, puesto que ya había hecho uno por lesión en el minuto 20 y los dos siguientes en los primeros diez minutos de la segunda parte en un intento de dar la vuelta a una situación que ya era muy adversa antes de eso, porque al descanso, la Roja ya iba ganando 2-0. Si la cosa ya pintaba de color rojo, la lesión de Motta hizo que las escasas esperanzas de que la final se tiñera de azul pasaran a mejor vida, rematando la final con otros dos goles en los últimos minutos del partido. 4-0 y de ahí, directamente a la eternidad con paradas en el Ernst Happel de Viena, el Soccer City de Johannesburgo y el Olímpico de Kiev.

La opinión del planeta futbol es prácticamente unánime: Esta selección es una de las mejores, si no la mejor, de todos los tiempos, superando incluso a la legendaria Brasil de 1970. El siguiente objetivo de la Roja es, en escasamente unas semanas, el asalto al oro olímpico en Londres. Pero ese objetivo corresponde a los más jóvenes, el siguiente reto de la absoluta es la Copa Confederaciones, el torneo que reúne al organizador del próximo mundial, al vigente campeón del mundo y a los campeones de los seis torneos continentales (con la excepción de la UEFA, ya que al ser España campeona de Europa y del mundo, Italia acude como subcampeón) y que es el único trofeo que falta en las vitrinas de la Federación.

¡La próxima vez mas, pero no mejor, porque eso es imposible! Y, por supuesto, no hay dos sin tres.

Quemar después de leer.