Se lo que digo porque lo he visto: Una de espias
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Se lo que digo porque lo he visto: Una de espias
¡Saludos, gente! La acusación de espionaje que ha formulado Force India contra Lotus me he vuelto a retroceder en el tiempo. En esta “Vuelta al pasado” se hablara del que llamare “Caso McLaren” un caso de espionaje por el cual, el equipo McPiratas estuvo al borde del abismo y rozo la expulsión. Cualquier profano en la materia pensaría que todo lo que paso durante este caso solo podría pasar en una película de James Bond, pero no, todo lo que sucedió es verídico y la cosa ya esta dilucidándose en los juzgados.
El comienzo de esta historia digna del Agente 007 comienza en septiembre de 2006. Por aquellas fechas, soplaban vientos de cambio en Ferrari. Michael Schumacher se iba a final de temporada, al igual que Ross Brawn, por tanto, el puesto de responsable en pista queda vacante. Uno de los candidatos a ese puesto es el jefe de mecánicos, Nigel Stepney, pero finalmente, dicho cargo es dado a Luca Baldisseri.
El siguiente acto de la obra tiene lugar en algún momento de la pretemporada 2006-2007, probablemente en enero o febrero de 2007, cuando Nigel Stepney le entrega al por aquel entonces jefe de diseño de McPiratas, Mike Coughlan, un dossier secreto de 780 paginas. Dicho dossier contenía algunos de los secretos mejor guardados del F2007.
Esta historia queda suspendida en el espacio-tiempo hasta mayo, cuando la mujer de Coughlan acude a una tienda de fotocopias a escanear el dossier. Al empleado de la tienda le falto tiempo para coger el teléfono y llamar a Maranello avisando de que la parienta de Coughlan tenia el dossier. El chivatazo que dio el chico de la tienda fue lo que provoco el estallido de la tormenta.
En ese mismo mes de mayo, Stepney es interrogado por la policía al ser sospechoso de un presunto caso de sabotaje en el GP de Mónaco. En sus pantalones se encontraron restos de un polvo blanco que apareció junto a los depósitos de los coches que corrieron en el trazado monegasco. Todo parecía quedarse en un presunto sabotaje, pero como ya he dicho, la tormenta estaba a punto de estallar.
A principios de julio, Ferrari y McPiratas se cargaron a Stepney y Coughlan respectivamente, al mismo tiempo que Ferrari aseguraba que fue informada del asunto por fuentes externas a la Formula 1 (El chico de la tienda de fotocopias) El día 12, la FIA convoca al Consejo Mundial para decidir que hacer con McPiratas, que jura y perjura que solo el despedido había poseído la información. El día 26, el Consejo Mundial toma la decisión de no sancionar a McPiratas al no haber pruebas suficientes de que el equipo británico hubiera usado dicha información. Por así decirlo, McPiratas fue declarada “culpable, pero sin sanción” Respecto a Stepney y Coughlan, ambos acabaron con una querella por parte de Ferrari: El primero ante el Tribunal de Modena y el segundo ante la Corte de Londres.
Pero fue el propio Max Mosley quien recurrió la decisión del Consejo, previa petición del presidente de la Federación Italiana. En agosto, se decide que el Tribunal de Apelación se reuniría el día 13 de septiembre. Parecía que el asunto iba a acabar ahí, pero el destino aun no había dicho su última palabra.
A finales de agosto, llega a oídos de Max Mosley que hay nuevas pruebas que le dan vía libre a la FIA para reabrir el caso. De paso, Mosley envía cartas a los pilotos de McPiratas en las que les ofrece la inmunidad si colaboran. Fernando Alonso y Pedro de la Rosa, pilotos de McPiratas en aquel entonces y ahora en Ferrari y Sauber deciden enviar unos mails que quizá podrían ayudar en el caso. Lewis haimito pinocho, sin embargo, hace caso omiso de la carta. Efectivamente, la información proporcionada por los dos pilotos españoles es mas que suficiente para que se desconvoque la reunión del Tribunal de Apelación para ser convocada una nueva reunión del Consejo Mundial para el mismo dia 13 de septiembre.
Aquel día, tras un día de testimonios y deliberaciones, la FIA dicta sentencia: McPiratas recibe la sanción más fuerte de la historia de la Formula 1: Pierde todos los puntos recibidos en el Mundial de Constructores, que eran 166 por aquel entonces y debe pagar una multa de 100 millones de dólares (72 millones de euros al cambio por aquellas fechas) De esa forma, Ferrari ganaba el Mundial de Constructores. El “chivato” que provoco el escandalo, el chico de la tienda de fotocopias recibió una suculenta recompensa: Una visita guiada a la fabrica de Maranello.
Aunque deportivamente, el asunto ya quedo cerrado, fuera de los circuitos el asunto aun no ha acabado, porque como ya he dicho, ahora el asunto se esta resolviendo en los juzgados.
¡La próxima vez mas, pero no mejor, porque eso es imposible!
He dicho
El comienzo de esta historia digna del Agente 007 comienza en septiembre de 2006. Por aquellas fechas, soplaban vientos de cambio en Ferrari. Michael Schumacher se iba a final de temporada, al igual que Ross Brawn, por tanto, el puesto de responsable en pista queda vacante. Uno de los candidatos a ese puesto es el jefe de mecánicos, Nigel Stepney, pero finalmente, dicho cargo es dado a Luca Baldisseri.
El siguiente acto de la obra tiene lugar en algún momento de la pretemporada 2006-2007, probablemente en enero o febrero de 2007, cuando Nigel Stepney le entrega al por aquel entonces jefe de diseño de McPiratas, Mike Coughlan, un dossier secreto de 780 paginas. Dicho dossier contenía algunos de los secretos mejor guardados del F2007.
Esta historia queda suspendida en el espacio-tiempo hasta mayo, cuando la mujer de Coughlan acude a una tienda de fotocopias a escanear el dossier. Al empleado de la tienda le falto tiempo para coger el teléfono y llamar a Maranello avisando de que la parienta de Coughlan tenia el dossier. El chivatazo que dio el chico de la tienda fue lo que provoco el estallido de la tormenta.
En ese mismo mes de mayo, Stepney es interrogado por la policía al ser sospechoso de un presunto caso de sabotaje en el GP de Mónaco. En sus pantalones se encontraron restos de un polvo blanco que apareció junto a los depósitos de los coches que corrieron en el trazado monegasco. Todo parecía quedarse en un presunto sabotaje, pero como ya he dicho, la tormenta estaba a punto de estallar.
A principios de julio, Ferrari y McPiratas se cargaron a Stepney y Coughlan respectivamente, al mismo tiempo que Ferrari aseguraba que fue informada del asunto por fuentes externas a la Formula 1 (El chico de la tienda de fotocopias) El día 12, la FIA convoca al Consejo Mundial para decidir que hacer con McPiratas, que jura y perjura que solo el despedido había poseído la información. El día 26, el Consejo Mundial toma la decisión de no sancionar a McPiratas al no haber pruebas suficientes de que el equipo británico hubiera usado dicha información. Por así decirlo, McPiratas fue declarada “culpable, pero sin sanción” Respecto a Stepney y Coughlan, ambos acabaron con una querella por parte de Ferrari: El primero ante el Tribunal de Modena y el segundo ante la Corte de Londres.
Pero fue el propio Max Mosley quien recurrió la decisión del Consejo, previa petición del presidente de la Federación Italiana. En agosto, se decide que el Tribunal de Apelación se reuniría el día 13 de septiembre. Parecía que el asunto iba a acabar ahí, pero el destino aun no había dicho su última palabra.
A finales de agosto, llega a oídos de Max Mosley que hay nuevas pruebas que le dan vía libre a la FIA para reabrir el caso. De paso, Mosley envía cartas a los pilotos de McPiratas en las que les ofrece la inmunidad si colaboran. Fernando Alonso y Pedro de la Rosa, pilotos de McPiratas en aquel entonces y ahora en Ferrari y Sauber deciden enviar unos mails que quizá podrían ayudar en el caso. Lewis haimito pinocho, sin embargo, hace caso omiso de la carta. Efectivamente, la información proporcionada por los dos pilotos españoles es mas que suficiente para que se desconvoque la reunión del Tribunal de Apelación para ser convocada una nueva reunión del Consejo Mundial para el mismo dia 13 de septiembre.
Aquel día, tras un día de testimonios y deliberaciones, la FIA dicta sentencia: McPiratas recibe la sanción más fuerte de la historia de la Formula 1: Pierde todos los puntos recibidos en el Mundial de Constructores, que eran 166 por aquel entonces y debe pagar una multa de 100 millones de dólares (72 millones de euros al cambio por aquellas fechas) De esa forma, Ferrari ganaba el Mundial de Constructores. El “chivato” que provoco el escandalo, el chico de la tienda de fotocopias recibió una suculenta recompensa: Una visita guiada a la fabrica de Maranello.
Aunque deportivamente, el asunto ya quedo cerrado, fuera de los circuitos el asunto aun no ha acabado, porque como ya he dicho, ahora el asunto se esta resolviendo en los juzgados.
¡La próxima vez mas, pero no mejor, porque eso es imposible!
He dicho
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