Regreso al pasado: Japón ’76, la culminación de una remontada

¡Saludos, gente! Otra vez le he mangado las llaves del DeLorean a Doc para repasar el pasado de la Formula 1. Esta vez damos un salto en el tiempo de algo mas de 35 años para viajar al Gran Premio de Japón de 1976, que se celebraba por primera vez y que fue testigo de la culminación de una de las mayores remontadas de la historia de la Formula 1, ya que el británico James Hunt le remonto al austriaco y vigente campeón Niki Lauda una distancia de 35 puntos en siete carreras para acabar ganando el campeonato por solo un punto. Pero en fin, estamos comenzando el cuento por el final, así que vamos a comenzar esta historia desde el comienzo.

Tras el Gran Premio de Gran Bretaña, novena prueba de la temporada, Niki Lauda disponía de una cómoda ventaja de 35 puntos sobre James Hunt, lo que al cambio con la puntuación actual, equivalía a una ventaja de 98 puntos. Con esa ventaja y el hecho de que la peor carrera de cada mitad de campeonato se descartaba, la lógica decía que lo mejor que podían hacer era preparar la alfombra roja y la fanfarria para Lauda, porque la única manera que había de que perdiera era que no puntuara en ninguna carrera y que James Hunt ganara como mínimo cuatro carreras. Hasta 1990, una victoria valía 9 puntos antes de que valiera 10 entre 1991 y 2009 y los 25 que ha valido desde 2010.

Pero hay que tener en cuenta un importante axioma: En esos años, y todavía mas en los 50 y los 60, cuando te subías a un Formula 1, tenias un 50% de probabilidades de volver a casa de una pieza o en un cajón de madera. Y eso estuvo a puntito de pasarle a Niki Lauda a la carrera siguiente. En el Gran Premio de Alemania, se corría en un circuito que era lo más parecido al infierno posible. El Nordschleife era un monstruo de 28,3 kilómetros que separaba a los fuera de serie de los pilotos del montón y que tenia el muy merecido apodo de “Die Grüne Hölle”, el Infierno Verde. Pues en una de las curvas de ese interminable circuito, Niki Lauda tuvo un espectacular accidente en el que su Ferrari comenzó a arder, y la embestida de un segundo piloto no favoreció la cosa. Entre tres pilotos sacaron al piloto de su coche: Harald Ertl, Guy Edwards y Arturo Merzario. A pesar de eso, Niki sufrió graves quemaduras, además de otras lesiones internas, así que todo hacia indicar que saldría del circuito con los pies por delante y tan claro lo tenían que hasta le administraron la extremaunción. Pero sobrevivió de forma milagrosa, burlando a la muerte de tal forma que directamente la hizo parecer tonta. Pero aun así, daban por hecho que no volvería a los circuitos hasta 1977.

Pero Niki Lauda dio la sorpresa y solo seis semanas después de su accidente, como si fuera una especie de Ave Fénix, reapareció en el Gran Premio de Italia, estando fuera de circulación únicamente dos carreras. El gran beneficiado de la ausencia de Lauda había sido James Hunt que en Alemania y las dos carreras de ausencia del austriaco había recortado 21 puntos a la distancia que tenia con Lauda, pasando de la casi definitiva ventaja de 35 puntos a tener una de 14 puntos con cuatro carreras por disputarse. En Italia, Lauda obtuvo una sorprendente cuarta plaza mientras que Hunt sumo un cero, por lo que la distancia se ampliaba hasta los 17 puntos.

En Canadá, esa distancia se redujo a 8 puntos gracias a la victoria de Hunt y al octavo puesto de Lauda (solo puntuaban los seis primeros) y tras otra victoria en el GP de Estados Unidos Este, la distancia se redujo a solo 3 puntos. Por lo que en el Gran Premio de Japón se sabría el nombre del campeón de 1976. Y a tenor de lo visto en las últimas carreras, la marea parecía ir a favor de James Hunt. Pero de todas formas, la cosa pintaba difícil, tenia que obtener como mínimo tres puntos y que Lauda sumara un cero para ganar por mayor numero de victorias en el peor de los casos. Dicho de otro modo, un cuarto puesto era lo peor que se podía permitir si tener alguna opción de ganar.

Llego el día de la carrera y una intensa lluvia caía sobre el circuito de Fuji, hasta el punto de que habían pilotos que directamente no querían correr, entre ellos Niki Lauda, que de no celebrarse la carrera, seria el gran beneficiado, ya que se llevaría el titulo. Pero seguramente no pensaba en eso, sino en su propia integridad física, ya que al perder las cejas en el accidente, en caso de que el agua entrara en el casco le llegaría directamente a los ojos, haciendo que la conducción fuera aun más peligrosa. Todo hacia indicar que los pilotos darían algunas vueltas y luego lo dejarían.

Cuando se dio la salida, Lauda cumplió con su palabra y se retiro. Pero el resto no lo hizo, los únicos que secundaron la retirada fueron Emerson Fittipaldi y Carlos Pace. Mientras Lauda se larga del circuito, la pista comienza a secarse y James Hunt sufre un pinchazo. Tras cambiar sus neumáticos es sexto a tres vueltas del final, por lo que en ese momento, el campeón sigue siendo Lauda. En ese momento da inicio una carrera de tres vueltas. El ganador es Mario Andretti y James Hunt cree que ha acabado quinto, perdiendo el titulo. No es hasta que llega a boxes cuando sabe que ha concluido tercero y por tanto, ha sumado los cuatro puntos necesarios para ganar el mundial por la mínima.

Finalmente, solo tres pilotos cumplieron el acuerdo de retirarse a las pocas vueltas en lo que se llamo “la traición del Monte Fuji” Pero una cosa esta clara: Si el accidente de Nuburgring no hubiera ocurrido, Niki Lauda habría ganado el campeonato de 1976 con tres o cuatro carreras de antelación y la “traición del Monte Fuji” no habría sido mas que un cero en el contador de Lauda.

¡La próxima vez mas, pero no mejor, porque eso es imposible!

Semper fi.